Los ríos no se encuentran aislados en la naturaleza, sino que se reúnen en redes de drenaje, constituidas por el río principal más los afluentes y subafluentes. La red fluvial es por tanto, el conjunto de cauces que drenan o evacuan las aguas llovidas en un área, que recibe el nombre de cuenca hidrográfica. Las cuencas tampoco se encuentran aisladas. Una región está dividida en un mosaico de cuencas hidrográficas adyacentes entre sí. Las separaciones entre ellas son zonas elevadas, crestas montañosas a veces, que reciben el nombre de divisorias hidrográficas.
Red de drenaje de la margen izquierda del Ebro en las comarcas orientales de Huesca. La Clamor y sus tributarios están en plena expansión debido a su mayor poder erosivo. |
Las cuencas hidrográficas tienden a aumentar su área por la erosión remontante de las cabeceras de sus ríos, torrentes y barrancos; pero esta expansión debe realizarse a costa de las cuencas vecinas, que también intentan la expansión. Se produce de este modo una competencia por conquistar terreno a las vecinas, y en ella gana la cuenca cuya red presente una erosión lineal más intensa en las cabeceras, es decir, que tenga pendientes mayores en los tramos altos. A igualdad de pendientes, la cuenca cuya diferencia de alturas entre cabecera y desembocadura del colector sea mayor, crecerá a costa de las vecinas.
En algunas ocasiones un río con erosión muy activa puede hacer retroceder su cabecera, desplazando la divisoria sobre una cuenca vecina, hasta que en un momento dado la cabecera llegue a encontrarse con el cauce de otro río cuyo cauce circulaba a mayor altitud. A partir de ese momento, las aguas del segundo río se desviarán desde el punto de intersección y pasarán a circular por el primero. El punto donde las aguas han cambiado de dirección se denomina codo de captura. El tramo de río abandonado por el que ya no circula agua constituye un valle muerto o valle fósil. El proceso general se denomina captura fluvial. La fisiografía que caracteriza a las capturas fluviales, son recorridos absurdos, curvas cerradas en los cauces y valles fósiles.
En la zona del Bajo Cinca y Litera existe un magnífico ejemplo de captura fluvial sucedida en tiempos recientes. El escalonamiento de las terrazas del Cinca indican que el río ha sufrido un proceso “standard” de encajamiento y desplazamiento progresivo hacia el Oeste, de forma que el Cinca ha desarrollado un valle cada vez más occidental y cada vez más encajado, habiéndose desplazado unos 12 Km hacia el Oeste desde finales del terciario y habiéndose hundido en el terreno unos 190 metros (distancia y altura éstas, en las que se encuentran las terrazas más antiguas del Cinca, correspondientes al Pleistoceno inferior)
Sin embargo, más hacia el Este, se detecta una “anomalía” consistente en la existencia de niveles de terrazas antiguas, que se correlacionan estratigráfica y litológicamente con las de Almacellas, y asignadas ambas al río Noguera Ribagorzana. Significa esto que a comienzos del Pleitoceno el Noguera Ribagorzana divagaba por un amplio valle, paralelo al Segre que desembocaba en el Cinca, en las proximidades de donde hoy se sitúa Fraga. El curso del Noguera Ribagorzana en este periodo transcurría aproximadamente por el trazado del actual Barranco de La Clamor. Posteriormente al depósito de la terraza antes citada se produjo la captura fluvial del Noguera Ribagorzana por el Segre, lo que generó en el primero un giro de 90 grados con respecto a su posición anterior.
Cauce de "La Clamor" entre Vencillón y Pla de la Font |
A partir de ese momento comenzó la incisión y el desmantelamiento por parte de La Clamor y sus afluentes de los sedimentos fluviales, y del terciario subyacente existente entre los valles de los dos ríos. Una erosión mucho más efectiva y rápida que la realizada por sus dos ríos vecinos, lo que puede producir en un futuro cercano, paradojas del destino, la recaptura de ambos ríos por el humilde arroyo de La Clamor.
En efecto. En relación con la mayor importancia y velocidad de la erosión en la cuenca de drenaje del Barranco de la Clamor, es importante poner de manifiesto la pequeña magnitud, tanto en altura (del orden de 10 metros o incluso menor) como en proyección horizontal (del orden de 200 metros e incluso menor), del relieve por cuya cima pasa la divisoria hidrográfica de las cuencas del Cinca y de La Clamor. Por lo tanto puede preverse una posible y futura captura entre ambos. ¿Cuál será el sentido de la captura? Todo parece apuntar a un desplazamiento del Cinca hacia el barranco de La Clamor, principalmente por la mayor velocidad de erosión lineal y por tanto más rápido encajamiento de este último. Esta tendencia se ve favorecida por la dirección NO-SE que tienen los afluentes de la margen derecha de La Clamor, y el sentido ascendente en dirección hacia Monzón.
La erosión remontante en la cabecera de La Clamor, puede en un futuro cercano desencadenar otra captura relevante: la del Noguera Ribagorzana. De esta forma en Noguera dejaría de ser afluente del Segre, pasando a verter sus aguas el Cinca.
Red de drenaje de la margen izquierda del Ebro en las comarcas orientales de Huesca. La Clamor y sus tributarios están en plena expansión debido a su mayor poder erosivo.
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